Se impugno la brisa del firmamento
y me pareció trémulo el suelo,
se desprendió el pétalo de una rosa
y solto una lagrima piadosa.
Se enjugaron las lágrimas en sus labios
y se esparcieron venenosas,
sostuvo su gesto en llanmi mano
y se agotó el llanto.
-Jesús Alberto Vazquez