Tibia cicatriz asoma en tu cariz que abraza, doliente lluvia adentro, como una penetrable fosa con señuelos de miedo en la vestimenta desnuda del tiempo. Rictus de rigor en la zancada que avanza ¿Por qué el latido empuja y nos exime del desconsuelo? Apátrida de Hades vaga inexorable el ánima y ralla en las entrañas somnolientas. Confabula persiguiendo con fábula otro nombre que narre y amarre sus hojas del viento. ¡Brota retoño, despídeme de esta hoz de castigo, dame sepulcro sin sombra siendo sauce en ruinas!