Me ignora, lo ignoro, nos ignoramos…
En un bosque sin palabras nos perdemos,
al sellarse nuestras bocas sigilosamente,
aferrándonos al misterio reticente;
Mas en esas horas de ignorarnos,
entre sueños volvemos a encontrarnos,
como brisas que se hayan taciturnas
entre los abrojos de las falacias nocturnas.
Jasuara Melgara