No lo puedo evitar
pero lo digo en silencio,
-donde solo yo me escuche-
donde mis murmullos se reflejen
y hagan eco en las paredes.
¿Como el silencio es mi eterno
acompañante?,
\'como las dudas dibujan sentimientos
necrófagos en este cuarto sin
paredes!. Minimizo el trauma
que provocan el saber que
otros brazos te columpian,
que otros labios endulzan tus
sentidos, que el olor de tu
piel
engarza el perfume de otra
almohada,
que tus ojos se cierran al contacto
tenue de una caricia.
¡No lo puedo evitar!
Encontré tus ojos -sereno mirar-
enjuagándose en líquido acuoso
salobre, fijos; infinitamente fijos
donde solo el aire movía las bugambilias
que adornaba la pérgola que fría
se yergue en tu jardín, tu cabellera
alborotada realzaba tu belleza, esa
belleza que me tiene loco.
Porque es locura pensar
que te veo, que te siento, que te
percibo
¡Si estás tan lejos y tan fuera de mi alcance!
No, no lo puedo evitar, germinas en mi cuerpo
y circulas en las rúas de sangre
de mi organismo;
¡No lo puedo evitar!
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MÉXICO, Dic.20/15