Y te deje ir,
como una niña deja ir
a sus juguetes porque
se dio cuenta que creció
y ya no jugará más con ellos.
te deje ir por mi bien,
por mi felicidad y,
por la satisfacción de dejarte vivir.
te deje ir en mi sano juicio,
aunque había noches en las cuales lloraba
porque sabía que estarías lejos de aquí,
pero cerca...muy cerca de allá