Muy cercanos a la Navidad.
Buscamos tratar de estar
acompañados por nuestros
seres queridos.
Aunque ellos no estén sobre la tierra,
perduran en nuestros corazones,
por los momentos de amor compartidos.
Esta mañana fui
a un supermercado a comprar
un par de elementos
que necesitábamos.
Al pasar por un colegio
que está cerca de casa,
veo, hoy domingo,
que en la entrada de él,
había dos cuerpos
cubiertos totalmente
con unas frazadas.
Un golpe en el alma.
Una aflicción a mi corazón.
A la vuelta de mi compra,
paso nuevamente por colegio.
Eran dos hombres
con sus rostros casi
vistos por completo.
¿Qué podía hacer yo por ellos?
Ponerme a clamar
la injusticia de este mundo.
Los motivos personales
tendrán estos seres
que viven en la calle.
Saqué de mi bolsa
un pack de galletitas,
y lo dejé en medio de los dos.
Regresé a casa con mucha pena,
pero al mismo tiempo me sentí feliz,
porque pensé y pienso,
que hice una actitud
DE SENTIDA HUMANIDAD.
Navidad de amor,
también muchos pobres en ella.
SARGENTO DEL ESCENARIO
20/12/2015