NOVELAS Y CUENTOS
Se eleva a categoría
cualquier anécdota vulgar,
aunque sea una tontería
difícil de asimilar.
Vemos elevarse al torpe
y descender al preparado,
señal del desavisado
cuando el poder se corrompe.
Observas sin decir nada
como degradámos todo,
por culpa del acomodo
ante otra vacía jornada.
Ilusionarse es un drama
cuando a la calle se sale,
pues vemos que nada vale
sin pertenecer a una trama.
Todo es como una novela
que el final se desconoce,
y hoy casi nadie reconoce
que es nuestra estela, la pela.
Si para entender a la gente
hay que dar conversación,
difícil es cualquier opinión
teniendo tanto pendiente,
sin saber si es conveniente
ir de sobrado, o ser bufón.
Joanmoypra