Don Juan M

Carta a la deidad que gobierna mis sueños.

Mis insomnios son perfectos, desde que eres motivo de ello.

Criatura única que despierta lo que en tantas busqué.

Mejor sufrimiento es recordar, recordar que eres lo más bello.

Esta bestia de locura y pasión sobrevive de ilusión.

El día en que mis sueños despiertos, insomnio, sean realidad,

este coloso de lujuria y obsesión saciará su sed

en el elixir sagrado que emana únicamente de tu deidad.

Este sincero sentimiento de locura solo ocurre a tu merced,

cuando mi infierno se hace cielo y el hielo se hace fuego.

No hay lógica ni ciencia que describa esta verdad.

Buscar en muchas lo que solo encontré en vos se ha convertido en casi mi vocación.

Ya he probado y conocido muchas flores,

ninguna es tan perfecta como vos mi lirio negro.

Flor sensible con belleza más allá de lo creíble

Delicadeza que irónicamente con frialdad despierta mi fuego.

Estoy seguro que buscas este brazo que te apoye cuando ya no puedas más.

Secar tus lágrimas de dolor y ser la causante de las de alegría.

Ser motivo de tus escalofríos y la mano amiga que te ayude en los fracasos.

Ser tuyo, simplemente tuyo.