Astra Polux

Saliendo del papel



Si tuviera que vestir mi amor
lo vestiría de pasión, locura y valentía
si tuviera que vestir mi pasión
lo haría de fuego y utopía.
Si vistiera mi locura,
lo haría de inocencia e ilusión.
Pero si en mi poder estuviera
el como se debe vestir mi valentía…
yo desnuda la dejaría.
Ni por despreocupación, ni por desprecio,
mas bien por respeto.
Disfrazada muchas veces al día
de una mujer bonita
gritándole al cielo me encuentro
Soy fuerte, soy valiente, soy hoy mujer;
ni valiente, ni fuerte, Si jamás hasta hoy
 pude defender hasta con los dientes
mis Sentimientos, miedos y verdades.
Mentí cada vez que dije que de valentía me vestía,
Jamás he sido hasta ahora lo que de niña deseaba;
mi propia heroína.

siento el pecho ahogado al no poder decir
que a mi parecer, a mi perspectiva
una niña que guste de usar pantalón,
jugar con la pelota o un camión,
sólo significa que aún es inteligente.
Que un niño que le guste cómo se maquilla la mamá,
Que salga con barbies a la plaza a jugar,
sólo significa que aquí aun hay un valiente.
siento el pecho ahogado al no poder decir
Al no poder gritar que enamorada de la vida,
del arte y de las personas nací
puntualizo aquí;
“Personas”…
Una mujer y un hombre,
son más que un aparato reproductor,
que un rol en una sociedad,
que una princesa rescatada y
el príncipe que la salva.
Para mi una mujer,
nace del suspiro de los dioses,
al pensar en el amor, en el hogar,
en la serenidad.
Protección, refugio, sentimientos.
Para mi un hombre,
nace del suspiro de los dioses,
al pensar en el amor, en el hogar,
en la serenidad.
Protección, refugio, sentimientos.
Tanto una mujer, como un hombre,
pueden lograr en mi,
bajo mi percepción de ambos,
la complementación.
Te digo hoy a ti,
que amo al sexo masculino,
tanto cómo amo al sexo femenino.
Te digo hoy a ti,
que si cambios me pedirás,
que si problemas me causarás,
que si en mi algo te pesa para mal,
jamás me amaste por mi ser,
y sólo amabas la portada.
Dejame decir que tú opinión,
ni orden, ni regla es, yo me rijo por alma y estrellas.
Lo que ame o deje de amar,
lo decido yo, no tú,
por más que seas mi mamá.