El Adviento
Nuestro corazón
palpita de alegría
en espera
del Niño Jesús
que trae la esperanza
en sus dulces manitas
y transformar los corazones:
no a la violencia,
no a la muerte en cada esquina,
no al hambre…
Sí a la paz,
en cada uno de los espíritus,
a la comprensión
al otro que padece infortunios,
sí a los afectos
que cual hilos multicolores
e invisibles
nos envuelven
en una nube.
MRA