Si sientes un ardor indescriptible,
un suspiro ahogado de sorpresa
un grito involuntario que comienza
en un lugar del pecho inubicable.
Si el tiempo para un instante increíble
y el ecuánime Dios naturaleza
muestra a tu imaginación su grandeza,
tu súbito sentimiento inefable
es el atavismo de la pasión:
cada vez más censurada energía
capaz de empezar la revolución.
¡Apasiónate! ¡Disfruta la vida!
Déjate conducir por la emoción,
libera por siempre tu fantasía.