Es un amor extraño. Fascinante como el vuelo del pájaro entre los brazos del viento. Un misterio que solo lo conocen nuestros corazones, no se exhibe en la marquesina del mundo; no protagoniza la historia de las miradas ajenas. Solo que desde el mismo momento cuando supe que existías, todo mi ser se volcó a adorarte. A partir de ese instante mi vida viaja en el tranvía de la tuya. Solo sé quererte con frenesí, con una pasión devoradora que está más allá de todo horizonte. Es la historia trunca de un amor silencioso, con caudales de ríos subterráneos que atraviesan las vertientes ocultas de un mundo indivisible. A veces es la distancia la que profetiza con sus salmos de lejanía; desgarro de la ilusión cuando mis manos palpan tu ausencia. Los sueños lanzan la flecha azul que rompe los confines de un universo en donde no estás. Sin embargo, por extraño que parezca, el amor se acrecienta con el paso de los sueños. Todo mi ser está impregnado de ti. Tus miradas son mi reino. Esos ojos volcánicos que desprenden ternura con fuego y lava; son la caricia del tiempo imperecedero. Mujer que se fundió en el blanco mármol de la eternidad. Es increíble lo que siento de ti. El amor tiene ese secreto encanto de llegar en el momento inesperado, jamás es una imposición humana, siempre será una decisión del corazón…
Alexander Cambero