Ramirez Alberto

Aquel invierno

Las musas solo me visitan cuando

estoy cerca de tu cansado

corazón, mientras miro el fondo

de un café que anoche no te dejo dormir.

 

Por que junto a ti ya no a guerras,

ni mis manos están tan frías

como el invierno del que salvaste

a mi asfaltada piel.

 

Y junto a tu alma ladina mis pies

andando este papel de

lija a la que tu boquíta jocosa

llama mi vida.

 

Y miro aquella fecha que al

verme huye como cual

gato asustado, ese 22 de diciembre

donde tu ser me salvo de 

aquel sol frío.