Un canto quiso cantar la luna
adornado de labio y eco,
mecida entre las auroras...
vencidas de nardo y fuego,
y en crepúsculos de arena
dulcemente enternecidos...
de serena melancolía,
se mece la luna herida
melancólicamente enamorada
y dulcemente apasionada,
en lagos abandonados...
muy tímidamente acariciados...
de agua.. pasión y beso.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.