Y cuando tú llegas tocas la puerta
y yo hay en mi habitación soñándote,
suspirando por ti en viñas y montes
Y yo esperándote con mi alma abierta.
Y mis fuertes dedos toman tus lirios,
tocan tu pelo, son carruajes de oro.
Tú eres tan majestuoso y compañero,
Amado yo soy tuya y tú eres mío.
Cuando abrí el cerrojo escuche tu voz,
vi en tus ojos dos lumbreras en lomas.
Admiro tus valles y somos dos.
Tú eres mejor que manzano del huerto.
Grábame con la fuerza de tu amor,
estreméceme al alba si despierto.