Se ha marchitado mi rosal
desde el día, mi amado Martín,
que abriste tus alas blancas
buscando camino hacia la Eternidad,
un veintidos de diciembre!...
Se ha marchitado mi rosal...
y ahora sólo observo pétalos marchitos
dispersos en mi solitario jardín,
recordando la hermosura
de rosas mil colores
que durante tu permanencia en la tierra,
regaste con dulzura, paciencia y sabiduría...
¡Se ha marchitado mi rosal!...
Nhylath
Diciembre 22 de 2015