Ramón Bonachí

UN PAISAJE BELLO Y MUDO (Octavas Reales)

UN PAISAJE BELLO Y MUDO

Las hojas van cayendo de mis brazos,
sin ellas quedaré pronto desnudo,
algunas a mis pies cuales retazos
decoran un paisaje bello y mudo.
Los prados van dorándose a pedazos
y el sol que me despierta no es tan rudo;
de noche mientras sigo aquí derecho
presiento que el invierno esta al acecho.

Llegará con sus pálidos colores
mientras crujen mis ramas junto al río,
los fragantes perfumes de las flores
quedarán congelados por el frío.
Por un tiempo veréis los exteriores
con un blanco radiante que no es mío;
soy un árbol que espera en la ribera
a que llegue otra vez la primavera.

Sabe bien que despierta mis sentidos,
es la dama que todo lo engalana,
culpa suya que griten en los nidos
esos mirlos que alteran la mañana.
Soy testigo de miles de sonidos
saben todos a gloria en mi nirvana;
saco a gusto la sombra bien temprano
muchos van a gozar de ella en verano.

Este siempre desprende su calor
y mi sed se convierte en agonía,
solo el agua refresca tanto ardor
es la más deseada compañía.
Cambiaré de tamaño y de color
pues soy árbol que crece día a día;
Mas quedaré de nuevo cual retoño
cuando mueran mis hojas en otoño.