Desperté lo que tienes sin gozarlo,
en tan pocos días, aletea el amor,
llega pronto y se va del mismo modo,
te dejó algo que en muchas estaciones,
lo guardaste por desconocimiento.
Así la vida, no acabamos de aprender,
más descubro, también estoy ya incompleto,
sin embargo, tu voz me decía, -así-,
la neurosis del frío de soledad,
desapareció durante esos días,
Que se hicieron humo cuando ayer te vas,
y de nuevo, en mi lecho solitario,
volvió el insomnio frío con suspiros,
De tan lejos quedas, que me escribirás,
por fortuna, no sabes de la compu.
Manos, más conectadas al corazón,
cuando mozalbete, hacía lo mismo,
desde entonces, me gusta mucho escribir,
mis cartas de amor a las mariposas,
volveré contigo a ser escribiente.
Ya no me acuerdo de las pocas cartas,
mucho menos la última que recibí,
en cuanto digas tu nueva dirección,
compraré papel azul que adornaré,
con flores, pajaritos y palabras.
Y le pediré al corazón que diga,
lo que no alcancé a decirlo al oído,
supongo que todavía hay carteros,
para llevar y traer nuestras cartas,
la emoción olvidada de esperarlas.
Volverá de nuevo cada mañana,
la esperanza de que ese día llega,
cuando mire una palomilla volar,
será la señal de que me escribirás,
no quiero apagar la luz, todavía.
EL POETA DEL AMOR. 21-12-2015.
Cuatro de la mañana.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO