Hugo Emilio Ocanto

A Pina (Relato) - Autor: Hugo Emilio Ocanto-

A Pina.

La divina.

Una mujer de excepción.

Las oportunidades de encuentros

que puede deparar el destino.

Un casual encuentro,

que después,

con el tiempo,

se transforma en una amistad

muy sentida del corazón.

Conociste a mi hermana,

y sin saber nada de ella,

le ofreciste ir a enseñarle,

tus dos departamentos.

Te inspiró confianza,

y no estuviste desacertada.

Después, nos conocimos tú y yo.

Hemos compartido bellos momentos,

Haydee Virgina Dalesson.

Tú en algunas cenas

en nuestro departamento alquilado,

y nosotros habiendo cenado

esa maravillosa tarta que tú nos preparaste

para disfrutar juntos

en tu departamento.

Recordamos, Marta y yo,

esas fotos que nos hemos sacado

con  tu presencia tan chispeante y jovial.

Esos brindis de alegría y amistad.

Siempre hemos comentado

tu espíritu tan jovial.

Tienes la energía y vitalidad

de una mujer de cincuenta años.

Tu gran orgullo de la vida:

tus hijos Cristina y Arturo Raúl,

bautizado con el mismo nombre de tu esposo,

Arturo Raúl Zanni.

El amor que sientes por tu nieto,

hijo de Cristina.

¡Tantas anécdotas nos has contado, Pina!

Con esa jovialidad

que siempre te caracteriza.

¿Y la  del restaurant cubano

en Miami Beach?

En él, hasta te pusiste a cantar Nostalgias...

con inhibición de Cristina.

Pero seguro estoy de su orgullo

de hija por haber debutado tú

como cantante, aunque

no lo haya demostrado.

Noventa y cinco años de vida, amiga mía.

Los años pasan...

Pero tú conservas la juventud

en tu alma buena de  mujer admirable.

Mi hermana y yo,

nunca hemos de agradecerte

por este regalo que nos haces.

Un regalo inesperado, sorpresivo,

no muy común...

Un regalo como turistas

de uno de tus departamentos,

sin cobrarnos un peso de alquiler...

Hemos de estar eternamente agradecidos,

Pina, amiga querida, amiga de siempre...

así te sentimos,

aunque hace unos pocos años que nos conocemos,

como si fuese de toda la vida.

Nos has brindado el lado bueno

y solidario de tu corazón...

Dios te bendiga por siempre,

Haydee Virginia Dalesson de Zanni,

Pina, como todos te llamamos.

Si estas palabras llegan a tus manos,

guárdalas para siempre.

Si sólo las escuchas, has de cuenta

que es como una canción

que canta mi corazón,

amiga y amada del alma,

de éste mi corazón,

unido al de mi hermana,

que el destino ha querido... 

para felicidad de los tres.

Un abrazo por siempre,

de estos dos hermanos,

que el destino ha querido

ponerte en nuestro camino.

Marta y Hugo Ocanto

23/12/2015