De seda era su piel
de jade eran sus labios...
y entre los arcos porticados
de mis entristecidos sueños,
se deshacia...tímidamente
mi amor...
dulcemente atravesado,
entre arrayanes de fría plata
y estanques...
pálidamente dorados.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.
P.D.: QUEDAN DEDICADOS ESTOS HUMILDES VERSOS A MI AMADA ESPOSA...
FUENTE DE ETERNA INSPIRACIÓN.