Los versos malheridos,
la quebrada cadencia,
mi falta de conciencia,
las botellas en las que me anido.
Los juegos de azar con trampa,
los besos con sabor a veneno,
este cuerpo al que soy ajeno,
mi alma formada en el hampa.
Las mentiras que escribo en el papel,
con las que se entretienen las fantasías,
son más que las alegrías,
son maldecir el pasado y vivir con él.
El inútil trinar de las aves de paso,
la guerra entre la razón y lo poco que me queda
no me dan seguridad de que pueda
dejar algo en la botella ni el vaso.