¡Buenos días incierto amante!
¿Como están hoy tus latidos?
tu sonrisa regálame ¡radiante!
que ayer, te sentí triste, abatido,
pero de eso no quiero hablarte.
No encuentro como alcanzarte,
soy un arrugado corazón andante,
unos pies trajinados y cansados,
un alma triste de tanto ansiarte,
y de fugaces poemas, ¡un suspiro!
En deseos posibles ardo en verte,
sin el inmarcesible espectro olvido,
pues mis ojos no pueden tocarte,
ni a tu corazón invisible y abatido,
¡y la tarde es gris! y...¡ya es tarde!
Entre líneas, leo diarias plegarias,
a lejanos amores que has perdido,
y desde tus solitarias noches frías,
cuando sediento estás de caricias,
como niño extrañando sus delicias,
lloras...quejidos.
Dueño de mi alma, y de mis bríos,
hundirme en tus brazos es mi anhelo,
desde mis apetencias, ¡yo te quiero!
y al universo lanzo un eterno suspiro,
y a ti a lo lejos lanzo te un ¡te espero!
Este año tráeme cosas bellas.
raquelinamor
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12/2015