Los sesenta… los setenta…
que lindo haberlos vivido para poderlos contar!
Paso del Rey, casas bajas, siesta humeante… caminata,
veinte cuadras y el amigo esperando en la vereda,
piedras torpes del camino, matizando el macadán
un auto que viene raudo, y hay que bajarse a la tierra…
porque si no, le aseguro… te pisa el orangután.
Y sí… cigarrillo perfumado a la sombra del aromo
esperando no sé qué cosa, toda la tarde al pedo
boleando algunas cachirlas, como decía mi viejo…
Asfalto quemando… la suela de los zapatos
cien grados a la sombra, otro faso y el placer…
diálogo cara a cara, la minita para ver…
El brócoli de la tana revolviéndose en la olla
mezclando su olor fulero con el perfume e’ la doña
las empanadas humeantes de la vieja del negrito
los rezongos de mi vieja… su mirada y ese grito…
Tardes de mocasín, corbata y la paleta…
¡péguele fuerte y con efecto para que el negro se doble!
y así ganarle la apuesta pero… no se dobla carajo!
¡lo parió!
otra vez en la derrota y a pagar la cervecita…
ésta con papas fritas, salamín y algún pancito
unos manishes salados, palitos con gusto rancio
y un rezongo de algún viejo que lo colmaba el cansancio.
Trajiste el winco? -No ves que sos un tumbao-
faltaba que te olvidaras también el lonpley de Los Panchos
esta noche es el asalto, Pingüino trae la guitarra
y seguro que la flaca algo nos va a cantar
toda la pilcha toda, mocasines y vaquero
si hay guita será lee, y si no un farwesero
camisa blanca mostrando, las plumitas y los rulos
y las minas con sus culos, rellenando el pantalón
que le quedaba pintón… y la polera coqueta
mostraba medianas tetas aumentando la ilusión.
Largá los lentos chabón, que estoy mirando a fulana
no ves que si me le tiro seremos novios mañana
eso sí, si es que no pide, pensarlo una semana…
Y llegó la primavera, el veintiuno o cerquita
esa mañana de sol que casi siempre termina
con una lluvia de mierda mojando la primer cita.
Subida al micro bien tarde, esperando que se sienten
y rogando que el Barbudo la tenga sola, sentada,
para poder arrimarme, con mi mejor cara e’ nada
los dos muy juntos, muy juntos… con cara de yo no fui
esperando que ese viaje dure para toda la vida
y rogándole al chofer, que agarre alguna banquina!
Nostalgias de un tiempo lindo, sencillo como el cigarro
melancólicas escenas, recuerdos dulces y amargos
y es que todos los pecados, seguro que no pagamos,
pues para eso está la vida…
de a poco…
va descontando…
Mario Ranero