Quisiera ser tu cabello, para caer libre sobre tu cuerpo bello.
Para ser yo quien cubra parte de él, tan largo, tan negro, tan sumamente bello.
Oscuro y a la vez brillante, cual lucero al alba, que la rosarlo no sé si traerá calma, o incitara a perderla.
Acércalo para despedirme antes que lo cortés, muéstralo antes que a tu desnudes colabore, cuéntame como del frío te cobija en mi ausencia.
Piénsame acariciándolo, mientras llega el momento de extrañarlo…