Soldado valiente que a la guerra fuiste,
y peleaste con la muerte mas bien que con el enemigo;
miraste a la tierra caer tu buen amigo,
y su tumba después ya no supiste.
Peleaste nomás por que ordenaron,
derrumbar a todo aquel al que encontraras;
la orden fue tajante ¡Que mataras!
y muchos de los tuyos se acabaron.
Luchaste ¿Para qué? Hoy te preguntas.
Supuestamente para acabar el mal.
Aun sumando tantas muerte juntas...
¿Por qué todo sigue igual?
Autor:Bernardo Arzate