Si he de amarte,
he de amarte de a de veras,
no como en un día de primavera.
no como en una noche cualquiera,
Pienso en tus manos sedosas
y el arte de sus caricias trepadoras,
envolviendo mis sienes soñadoras…
y no te amo por eso.
Si he de amarte,
he de amarte de a de veras.
Pienso en tus ojos brillantes
y en su mirada de amante…
y no te amo por eso.
Pienso en tus brazos
y en sus abrazos,
que atraparon mi cuerpo con sus lazos…
y no te amo por eso.
Si he de amarte,
he de amarte de a de veras.
Pienso en tus pasos,
en tu andar junto a mí
por aquel parque que tan nuestro fuera…
y no te amo por eso.
Vienen hasta mí tus besos,
tus labios, tu ardor,
cuando hacemos el amor
y nos entregamos a la pasión…
y no te amo por eso.
Entonces, amada mía:
¿Por qué te amo?
Para amarte no tengo,
porque no existen razones,
cuando se ama de a de veras.
José Luis Agurto Zepeda
Managua, Nicaragua
27 de diciembre 2015