Platón underground.
El siguiente canto nace no solo como juramento contra el hambre en forma de proyecto de huertos para Podemos y el Ayuntamiento de Vall d´Uixó, sino que también forma parte de una revolución cultural que denuncia el racionalismo cartesiano, las empleos de paja totalmente inútiles de los ayuntamientos con los que callan las bocas, y la exploración de nuevas forma psicológicas de hacer política y de convivir con nuestros semejantes.
Debo convertir mi mente en una máquina de conciencia emprendedora,
O resignarme a ser un esclavo de otro hombre.
No puedo aceptar ni una ni otra forma de lógica racional para sobrevivir.
Me niego,
aunque este encadenado en una jungla.
La sangre está en las máquinas,
La maquina disuelve y uniforma la imaginación.
Bajo cada multiplicación hay una rebelión de vapor contra la razón.
La luna debe detener con sus rayos,
los movimientos de Sisifos condenados a mover los engranajes nocturnos de una roca,
Y los Ángeles subterráneos deben cortar los alambres de plomo de los obreros.
Las mariposas deben dejar de provocar sunamis con su vuelo.
Es hora de abandonar los carcelarios arrabales en camellos hacia los florecientes desiertos.
Dejemos cantando a aquellos que matan con la calculadora cuantas ratas hay en las alcantarillas, y prometiendo trabajo de paja para acallar a la multitud de patos y palomas que cagan en las plazas agonizantes.
Denunciemos con uñas y dientes,
a los animalitos que han inventado el aceite para los motores.
Las boinas tóxicas de las ciudades, el metro para ir a los telares, las preses para detener a los peces de colores, el sofá para los días de fiesta.
Es hora de emborrarse con las frutas del desierto.
Mohamed de Uixó.