Te buscaron mis brazos por cientos de días,
Como el fondo marino que busca corrientes,
Que acarician su cara y besan su frente.
Te busco en los sueños cuando soy Río,
Y tener de tus bordes las suaves orillas,
Sentirte tan cerca de mi alma que corre
Y seas mía, como la espiga a la semilla.
Te busco en lo oscuro de mi azul infinito,
Donde mis estrellas atraparon tus manos,
Donde mis besos furtivos no hicieron delito
Al robarse luz viva nacida de tus labios.
Te veo en los espejos de luna de mis astros,
Allí se quedaron por siempre tus recuerdos,
Entre los cientos o miles de caricias celestes,
En que mis ardientes labios por ti se brindaron.
Y se juntan mis parpados y casi me duermo,
Recuerdo que eras la musa de mis emociones,
Bajando subiendo telones de una obra de mi vida
Fuiste la única actriz de mis únicos vivos ensayos.
Hasta me hice cantor por ti en noches de luna,
Con mi guitarra a cuestas te lleve serenatas,
Te arrullaste con la voz de mis simples querellas,
Te dije quererte en mis noches,las más sinceras.
Pero desperté y triste fue solo ese día,
Se rompió el encanto cual cristal en trizas,
Quebrose en añicos, y tantos sueños rotos,
Por una llamada de cruentos murmullos.
Y como llora la higuera con su sangre blanca,
Así lloró mi alma al quebrarse mis ramas,
Sangrando mis sueños como llaga abierta,
Se hunden en la tierra mis copas tan altas.
Se marchitan mi otrora tallos verdes,
Se torcerán hasta alcanzar mis raíces,
Mis sueños abonarán mis recuerdos
Me tenderé en la tierra de mi suelo
Y estaré por siempre en mi sueño roto.