Bar Literario

Poema fusionado \"Suicidio\"

 

Todo yace..

Mi pecho pálido de sangre muerta,

la esperanza es una pared.

Mis venas son un soliloquio

y me miro:

soy una marioneta inmóvil

que escucha el silencioso sonido,

de los cristales y las cuerdas

 

No quiero hacerlo, no,

no coloques mis dedos

en el mango del cuchillo,

no coloques mi piel

-quebradizo papel, leve susurro-

al borde de esta afilada luna. 

 

Noche, la luna inquieta transita por el cielo,

es el tiempo donde abrazan los recuerdos

busco aliciente para aliviar los fantasmas,

que habitan mi cuerpo, mi cerebro.

El silencio me acuna,

respiro, buscando paz, sosiego,

la soga aprieta, bailan los pies

todo culmina en un momento.

La luna sigue transitando el cielo

 

De sabor metálico que brota

sibilante y blanquecino por debajo de la lengua.

Un latigazo gélido en el antebrazo,

el pulso acelerado martilla más adentro

como si mañana se desvaneciera

fugaz en el eclipse del vacío

y este dolor punzante terminara

tras los hilos de una sangre

tibiamente derramada entre mis muslos.

 

Quisiera trasladarme

 a donde los días eran azules

y el viento podía hacerme feliz

 con tan sólo rosarme,

días de gloria y de paz.

No comprendo porque cambian los caminos,

en que momento nos perdemos.

Ni si quiera puedo recordar cuando comenzó la agonía...

 

 La triste historia de un filo enamorado de mi pulso

que quiere ahondar más allá de la piel para alcanzarlo.

Pero cuanto más avanza en su expedición

se escucha más y más bajo.

Me estoy perdiendo dentro de mí.

Una sombra joven me atraca con un abrazo

para robar el último espacio de vida que me queda...

 

 Son las nueve en punto, los relojes se detienen

en las persianas resfregando mis pusilánimes ojos

contra el hastío de la [soledad]

entre mi alma recortada [siento] el exilio

-de mi voz-

arrancarme la boca

escupiendo mi sangre

en el vértice fraternal de los caídos,

donde mis huellas desgarran el sendero

clavado en la cruz del pecho

en la navaja húmeda de mis confusos sentimientos

me cortó la sangre, asfixiando la ventana del alma...

 Son las 3:33, la sombra de la noche,

deja \"libre el miedo de la jaula\"

 

Se suicidó dicen todos, los escucho...

Ninguna de sus conjeturas a la realidad se acerca

Grito pero nadie escucha

mientras vuelo sobre todos leyendo sus pensamientos.

Hay tristeza pero tachan mi acción como cobardía;

Pensé y pude comprender mi vida cómo sería, y no la vi interesante.

No pensé perder más tiempo, decidí llegar primero.

No daré oportunidad al dolor y la miseria, un filo limpio que brilla,

Que penetra sin esfuerzo cortará en partes mi cuerpo y liberara mi vida

 

Y en la última sombra

con una visión sombría

en la penumbra de la confusión

-las nubes burlonas-

luchan contra el humillado resplandor

Si, confusión en su propia desesperación

Con la mano en el miedo

Y con la otra

una superstición de seguir con vida ...