Las espléndidas horas que paso con vos
se fugan y se dejan caer al vacío
llegando así la ineludible despedida,
esa que no da tregua ni para un suspiro.
El vacío de las negras horas se ancla en mi alma,
roe despiadadamente a mis pensamientos
entretanto da injusto tiempo a mis tormentos.
No logro comprender por más que lo cavilo,
porqué lo bueno es corto y lo malo tan amplio
aunque sea el tiempo cronológico el mismo?
O es acaso mi don innato al victimismo
que le place acoger con amor al dolor
mientras le señala la salida a la dicha?