Acerados crepúsculos en valles diamantinos
deshacen sus cristales en láminas de fuego
la noche muere en pálido silencio...
asaetada de lirio, de labio y nardo seco,
se marchitan los álamos de pálida tristeza
en plenilúnicos valles heridos por la brisa
y un ave goza besando al mismo cielo...
entre piélagos huidos de mágico embeleso,
la garza de tus ojos... licúa el aire enrarecido
de los corales de mis versos el labio se libera
la tarde muere... tristemente enamorada,
en el etéreo templo... de caricias se ennoblece,
en pálidas canciones mi alma se entrelaza
de apasionada danza... y pálido nocturno,
canciones canto y apenas son encantos...
en el marmóreo beso... mi alma se estremece.
AUTOR: JOSÉ ANTONIO PANIAGUA MARTÍNEZ.