Julcán,
famélico aullido de reivindicación,
grito de furia en el ande liberteño,
susurro libertario de tus entes.
Naciste cuando Catequil tísico de olvido
pinceló melancolía y fracasó en el lienzo de la cordillera.
Julcán
Amnesia impregnada en el numen de tu gente,
que se resiste inexorablemente al destino.
Es tu pretérito deseo de gnosis,
que te sume onírico en el presente;
cuando fácticamente moras en un futuro genuino.
Es el olvido que calla en los poros de las almas
para ver realizado tu sueño;
en lúgubres venas de felicidad.
Son los suspiros de la muerte en vida
que nos atrapan en los espirales ciclos de la involución social
para llevarnos a la cuarentena del triunfo.
Tus treinta mil lamentos sombríos
claman incólumes a los dioses que jugando al azote.
hacen creer que somos derrotistas.
¿Son los dardos de la muerte,
lo que amamanta de desidia en tu regazo?
o es la lucha de dos mundos
prostituidos en oro y plata.
que hacen que no despegue tu retraso