Observo al rededor y mi mirada alcanza al infinito,
El aire que exhalo da la vuelta a este mundo de radicalismos propios y
Sí hablo mis palabras se oyen como truenos peligrosamente cercanos.
Falta la creación ¡Se ha ido!
Dónde habrá un Dios experimentado,
Que haga montañas fijas,
Mares alegres,
Cielos bienintencionados que sepan ordenar permanentemente.
Observo este infinito en falsa pausa,
El aire que respiro quiere ser ave, nube o pez sin rumbo,
Y mis palabras abandonar sus ritos de miedo.
Falta la creación ¡No existe!
Dónde habrá una Diosa experimentada,
Que haga noches exactas,
Relojes razonables y
Lluvias benevolentes que mojen permanentemente en par.
LRL
1-1-2016