Modesto Marquez

En el comedor.

Veinticuatro de diciembre y ya llega navidad,

En el árbol una estrella que no se si brillara,

En la sala abunda el frio y junto a ella la soledad,

El espíritu se acaba como cualquier día normal;

Pues el amor no se practica y la pasión por fin murió

Y en el silencio vive el llanto del olvido y el dolor,

Ni el vino tinto ni el champan devolverán ese calor que al

Despertarme en la mañana tu mano izquierda me dejo.

 

Y en el comedor nace el temor que nos deja el dolor

Sin huella y sin resignación.

Y el valor se va con la amistad matando a la

Felicidad y no estás aquí  y yo muero por ti

Extraño por completo el amor, Tú y Yo.

 

En la ventana aquellas luces que no brillan sin razón,

EL resplandor de nuestra cena con el tiempo se murió,

Pues ya no existe un tema de esos que hasta el alma nos tocó.

Y el silencio con los años de mi cuerpo se adueñó,

Tomando todo sin piedad en la nada me dejo.

 

Y en el comedor ya no hay razón y no existe el perdón,

Matando a este loco amor.

Y mi corazón no tiene valor, queda en la soledad,

 Lo va matando aquel dolor

De esta triste Navidad