Lo peor del engaño,
no es el engaño,
sino la sombra que dibuja en tus labios,
el hábil juego de manos
del trapecista que pasea todas las noches, sobre mi tejado,
el columpio que se mueve a ambos lados,
el mago ilusionista de los pecados.
Lo peor del engaño,
no es el hoy, es el después de los años
y el silencio sepultado
después de tanto trabajo.
Lo peor del engaño, son los arañazos
escritos es un folio en blanco,
sujetos por un aliento cansado
y las lagrimas llenas de barro.
Lo peor del engaño es la cara de bobo
que dibuja el payaso del teatro,
la bailarina sin rostro que anda despacio,
el beso del muerto sentado a mi lado,
Lo peor del engaño, es ser engañado.