Arrastrando en sus faldones
El incansable deseo
Que dedican a sus pasos
Los ojos de los obreros
Camina con un vaivén
Bailando en vestido negro
La dama de la barriada,
¡Cómo la echaré de menos!
Porta en el bolso el carmín
Del atardecer del cielo
Con el que pinta sus labios
Para colorear los besos.
Una flor lleva en la oreja
Camino del cementerio
Porque deja a sus dos lados
Hombres que parecen muertos.
No es la primer minifalda
Que se ha visto en estos guetos,
Pero emborrona a su paso
Los demás trapillos nuevos.
Tengo para cuando vuelva
Doce ramos de heliantemos,
Uno para cada mes…
¡Cómo la echaré de menos!