Recuerdo ese momento en ese cuarto encerrados tú y yo nuestra primera noche abrazados juntos entregándonos por completo.
Nuestra primera vez entre caricias y abrazos devorándonos de placer hasta el amanecer.
Y me haces temblar cuando te veo y te siento muy cerca tan cerca de mí,
me haces temblar al respirar por tú perfume tan radical y al escuchar tu tierna voz me hace pensar que es el sonido más suave que haya podido escuchar.
Al recordar tus ojos café, tu piel morena color a miel cuanto daría por permanecer en tu edén.
Aún recuerdo cada segundo de aquella primera vez y cada beso que nos dimos con gran placer, tantas caricias que todavía recuerdo y no las borro de mi piel,
han pasado días de aquella primera vez y al invocar esa ocasión me hace desear con tanta devoción esa terneza brillante que me hace pensar en nuestra primera vez.