De tus manos vinieron las auroras
blancas, tibias, despeinadas.
Desordenadas sábanas
custodiaron tu cuerpo
mientras un sol tímido y celoso
descubrió los valles y cerros
donde perdí la razón.
Y recupere la calma
Partiste y extraño
casi tocar tus manos.
mientras duermes.
A mi lado, en la aurora
tibia de mis sueños.