Si pudiera resarcir los estragos del dolor
le diría al viento con enérgicas palabras
para que escuches, lo siento.
Cargaría mis deseos al hombro
como si fueran un ataúd
y le haría un funeral a sus despojos.
Demostraría con esto
que soy de carne y hueso cubierto
con una mortaja de recuerdos
que no me deja ver tu alma
y te hago padecer.
Mujer,
no soy digno de que fluyan por tus mejillas
perlas acunadas con dolor,
lluvia de los cielos que sostiene a las magnolias
pero aumenta poco a poco tu aflicción.
Arrojaría mis anhelos a un abismo tan solo
de pensar que si se pierden
renacería tu entereza,
ya no transitarías sobre arenas candentes
mucho menos
inclinarías la cara tan solo de pensar
que un día perfumaste con tu cuerpo
sábanas blancas de placer.
Levanta tu rostro angelical y no recuerdes
más nada que provoque
dilucidar que eres una mujer sin nombre.
Autor...Rafael Elías Huerta