A jóvenes yo observo con la cresta
cual cincel que esculpiera en sus cabellos
y aunque sea que a mí no me parezca, ellos
orgullosos presumen de su testa.
Mas a fuer de que me resulte raro,
miro a los pantalones de campana,
prenda aquella de moda chabacana,
mucho más horrible aun, si la comparo.
No comprendo, me opongo, no me paro,
me niego a seguir siendo un borrego,
así que en adelante quede ciego,
que nadie aquí deduzca soy avaro.
Tampoco he de vestirme como el clero
y menos cual si fuera un algarrobo
a modas me resisto, no soy bobo,
como me gusta visto, como quiero.
©donaciano bueno
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