Necesito una ilusión,
un espejismo
que envíe al exilio
a este letargo.
Algo que me haga soñar
para despertar de esta desidia.
Una desfiguración de la realidad
que me invita a pintar
un nuevo cuadro,
uno en que supere el matiz
del negro y gris,
lleno de colores fuego
para vitalizar mi vida.
Necesito un ilusión
que sea impulso,
que me dé alas
y me llene las manos de mar.
Una ilusión que corra riesgos,
que me lleve a los límites,
sin transgredir el umbral
entre el despertar y el sueño;
una que de vida a mi pluma,
que la haga volar
y morir por ella