Te imagino como la nieve
blanca y pura vestida de traje nupcial,
quizás fría en los extensos silencios,
mojada bajo el calor inclemente del sol,
bañada en lágrimas derretidas en la nefasta aflicción.
Bella, simplemente bella y pura
como las hojas escarchadas de nieve,
enclavadas, rayando los frescos pinos amanecidos.
Te imagino como la nieve
helada y pulcra vestida de inocencia,
quizás quieras contener mis deseos,
mis versos pasionales que pueden pincelarte,
con el rojo pasional que sangra mi mas sentida poesía.
Fresca, simplemente fresca entre mi alma,
he descubierto en la nobleza del amor,
el abrigo aliciente al frío intermitente de tu silencio.
Te quiero así, blanca y pura,
fresca en mis pensamientos sensitivos,
así he de amarte y siempre te amaré.