Transita bello, como la noche
de buen clima y firmamento estrellado,
y todo se conjuga oscuridad y luz
en su andar pausado
Luces y sombras, nada socava
la gracia y la forma
Luz que ilumina, la misma ternura
sombra que enuncia, su esbelta figura
Yo que lo conozco, al hombre sin nombre
Veo, en sus facciones, pensamientos serenos,
gestos suaves, tranquilos y elocuentes.
La sonrisa, la paz y el corazón tibio e inocente.
Vuelve de su andar finito,
de los infinitos pasos de la vida
No hay desdén su andar, es elegante
es el que acaricias, sin saber su nombre.
Tiempo atrás, otra figura lucía
un derroche de brillo, velas enfiladas
una a una, de buena cera, aún hoy encendidas
doradas, nada de tristeza ,nada le opaca.
Su perfil habla, de surcos arados,
De audacias , impulsos amorosos,
de voluntad férrea , fortificado
con los años ,se mueve ligero y a la vez mesurado.
Los días de verano han pasado,
sus versos libres, hoy son romances,
lo que sucede hoy, sucederá mañana
y el día que sigue, después de mañana.
Yo conozco al hombre sin nombre
y aun así, no lo aprendo,
si lo aprendo, lo olvido
y si lo olvido, lo pierdo...
Hay algo que no descifro,
supongo que será su memoria guardada,
que despierta, en el lenguaje de
su cuerpo entero o en
\"su alma, que trasciende la mirada\".