Hoy no salgo, hoy me deprimo.
Es duro realmente estar haciendo nada,
Es cruel realmente estar echado solo,
Es penoso ser nostálgico,
Es horrible saber que ya no vuelve,
Es veneno las lágrimas,
Es estúpido pensar en sonreír,
Es de valientes esperar,
Es tierno mirar al cielo,
Pensar solo trae más problemas, y yo no los quiero.
Morir no es la salida,
Suicidarse no es la respuesta,
Llorar.
Ya quisiera que mis tristezas se secasen como mis lágrimas
Mientras resbalan por mi cara sin hidratación.
Estoy jodido, -¡Pero niño tu sabes nada de la vida!- No puedes hablar así, ¡falacias!
Pero no tengo esperanza para mí, soy un joven viejo,
Nací tarde,
Perdí 17 años de mi vida pensando en el universo y ahora voy por los 18 y sé que el universo se estira cada vez
Mas y en cualquier momento explotara y nuestra historia, será nada, ni un recuerdo, ni la más mínima idea.
Y aun no sé qué hacer, no sé quién soy, ¿cómo me ven los demás? ¿En qué me voy a convertir?
Nací triste,
Con una cicatriz en el labio, pero, con mi órganos completos.
Entonces me preguntan, ¡¿qué es lo que quieres?!
No lo sé, solo no quiero morir.
¡Entonces disfruta la vida!, ¡Vívela!, ¡Baila!, ¡Habla!, ¡Sal!
¡Sal de tu maldita cueva depresiva!, ¡Desperdicias tu juventud enserio!
¡Niño ridículo!
Aborrezco amigos, gano demonios pero se aburren, no deseo hacer el mal.
Camino, camino y camino. Observo todo, no quiero perderme de nada.
Me iría bien ser un alma en pena, me gusta caminar, pero luego me deprimo
Porque me canso.
¡Hey, estudia!
Lo estoy haciendo mama, es una de mis armas para matar al tiempo.
¡Deja de leer esos relatos de Andrés Caicedo!, ¡por eso estas así!
No, yo era así, en si a que te refieres, siempre he sido así,
Bueno no sé cuál es mi ánimo.
Mi abuela me ve postrado en el sillón.
¡Desgraciado!
Gracias.
Alo? – Oe, huevón vas a venir?, ¡acá estamos con la gente hay buenas flaquitas!
No, no puedo.
¿Porque?
Estoy triste, estoy atrapado.
Ding, dong.
¿Quién es? Grito desde mi sillón.
Hola, nos puedes recibir, venimos a hablarte sobre la palabra de Dios.
Ya mate al viejo. Lárguese.
Dios te ama.
Otro día, otra tarde gris, que parecía un desierto con las amarguras moviéndose como dunas.
Cerrare los ojos y seguiré escuchando a los niños gritando afuera en mi barrio.