Siempre oí desde pequeño
de los sabios de ese gremio
que se ocupan en pensar,
que la vida es solo un sueño
Y que el morir es despertar.
Luego yo que siempre he sido
un iluso empedernido,
ruego a Dios que ese rumor
Jamás nunca sea verdad,
Pues yo soy un soñador
Y mi oficio es el soñar.
Más si acaso fuera en serio,
Más si acaso cierto fuera,
Clamo a ti mi Dios eterno
Solo un deseo me concedas,
Yo dormido estar quisiera
Por toda la eternidad.