Bebes del manantial desprendido de mis labios,
Y te resbalas en las dunas hacia mi sentido común
Como niño en pleno domingo a la tarde.
Y me entrego al descubierto,
Y te preguntas si es verdad
¿No ves con claridad?
La noche sabe a tu risa,
El limbo tiene que ser parecido a tu sexo,
Porque no se puede volver de él.
Te hablo de lo que es estar enamorado
Y te conviertes,
De pronto crees en el amor.
Bárbara Barrientos