En los profundos pozos
de tus juguetones ojos,
me bañé.
En las aguas cristalias
de tu ser,
manantial inagotable,
fuente cósmica,
energía del creador,
me transformé.
En esas preciosas ventanas
descubrí tus secretos;
con timidez
me mostraron la esencia
de tu verdadero ser.
Los vientos externos,
tempestades existenciales,
dejaron huellas en ti;
pero,
con ternura te sané.
¿ Qué sería sin ti ?
Sin esa energía
que me ayuda a vivir.
Al estar a tu lado
respiro el amor,
ese aroma
que dejas escapar al actuar.
Mujer,
ya no me soporto
sin tu presencia...