Sustantivo
El volátil aire que respiro,
se hace amargo
mientras vivo, mientras…¿camino?
Quiero apartarme de la senda
que me lleva a lo verdadero de tu olvido;
son tan ácidas las lágrimas
que en silencio acompañan mis mejillas,
y en silencio… la condena de vivir entre espejismos.
Duele el pecho, como el alma,
duele el vientre,
cuando la ausencia se hace intensa,
y crujen violines en la estancia
donde no nace la primavera,
es intenso e inexplicable,
pero me dejan sentir que vivo… mi alma y mi pecho;
los pálpitos hoy, saltan hasta casi romper mi piel.
No entiendo, -ni yo, ni nadie-
esta forma mía de amarte
casi humana, casi maniática,
y aunque desgarradas vuelan mis mariposas
en la oscuridad de una llamarada,
aunque irreal sea tu silueta en mi mirada,
y de tu caricia no tenga ni una cuarta…
Sigues siendo el sustantivo en mi noche
sustantivo en mi día, en tierras inventadas
y sustantivo en cada una de mis batallas perdidas.
Bogotá 16 e abril de 2009