Incomprensible y fugaz
como un inocente cosquilleo.
Sensible y luminosa.
Tiempo atrás deseaba cuanto siento
y hoy, volviendo temerosa la mirada,
inconformista como antes,
de nuevo intento convencer al espejo,
con los labios juntos y fruncido el entrecejo,
que no añoré nunca sentir ese cosquilleo.