Ninfeas soledades se vierten muy despacio,
en piélagos profundos heridos por el eco
el alma se licúa... en beso adormecido,
de labio enamorado... mi alma se ennoblece,
tardes olvidadas de ingrávidas cuestiones
de eco enardecido mi labio se libera...
en pálidas pasiones mi alma se adormece,
de homéricos halagos... mi boca se entretiene,
¿A dónde me conduce la magia de tus ojos,
sino a mares enrarecidos... de atónita belleza...?
el eco se deshace... en sueño compungido,
vencido de lisonja... y anárquica utopía...
de lirio me ennoblezco... en pálidos ensueños,
de labio enamorado... mi alma se adormece.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.